El Correo: sorprendente ático de una familia en Abadiño que parece una cabaña en un bosque nevado
Los diseñadores del estudio de interiorismo TYL Spaces han reformado una vivienda de 70 metros cuadrados para una pareja y sus dos hijos con un estilo contemporáneo y con elementos que simulan a la naturaleza.
«La vivienda es una auténtica sorpresa. Si la ves por fuera, no te imaginas lo que hay dentro». Así define Olivier Tytgat, diseñador y director creativo de TYL Spaces, la reforma que ha llevado a cabo con su equipo en el barrio Zelaieta de Abadiño. El estudio, ubicado en Durango, se fundó en 2004 y una de sus características principales consiste en buscar la comodidad a través de diseños únicos que huyen del estilo convencional. Los propietarios, una pareja con dos hijos, vivían en un caserío grande en Astola, cerca del municipio, pero les resultaba incómodo desplazarse con los niños, así que decidieron trasladarse a una zona más céntrica. «El proyecto encajó a la perfección. Para nosotros no todo consiste en tirar y volver a construir, sino en intentar recuperarlo. Los propietarios saben que somos un estudio atrevido y querían huir de lo clásico con una propuesta fresca, nueva y diferente», explica el interiorista.
El año pasado esta reforma recibió el premio ‘Stone and Wood 2023’, un galardón que otorga la ciudad de Bilbao junto con la Diputación Foral de Bizkaia y que reconoce el talento y la creatividad de los profesionales dentro de la industria del diseño a nivel nacional. «Estamos muy orgullosos. Hemos logrado un resultado muy completo; no consiste sólo en decorar y poner muebles, sino en crear espacios habitables, confortables, en apreciar la vivienda en su conjunto. Con esta reforma, lo hemos conseguido», asegura Olivier.
El ático, ubicado en el tercer piso de un viejo bloque con estructura de madera, dispone de 70 metros cuadrados perfectamente distribuidos en tres dormitorios, un salón, una cocina, un baño y una azotea interior. La madera pintada de blanco es la gran protagonista del espacio; envuelve a los huéspedes en un ambiente inspirado en la naturaleza que evoca a una cabaña en un bosque nevado. La cocina y el comedor, protagonizados por una moderna chimenea vertical, dan la bienvenida; son «el corazón de la casa». A la izquierda, se sitúa el acogedor y luminoso salón, decorado en tonos blancos y grises. Y enfrente, encontramos el dormitorio del matrimonio, el de sus hijos y el baño. Todas las zonas mantienen un estilo minimalista, creando un espacio limpio y visualmente armónico.
La parte más especial es la pequeña azotea interior, a la que se accede a través de una gran escalera de madera. Se trata de una zona de seis metros cuadrados decorada con unos cojines gigantes que dispone de una ventana en el techo para disfrutar del paisaje y de la luz natural. «Es un lugar dedicado a la calma, a los ratos de lectura, a la privacidad y a la intimidad. Nuestra idea ha sido descongestionar el espacio. Además, la luz indirecta transmite mucha energía y lo convierte en un sitio especial, donde a los niños les gusta subir a jugar».
Diseño y comodidad
Olivier y su equipo han creado un refugio de estilo contemporáneo que invita a relajarse y a disfrutar de la calma. Han apostado por hacerlo todo diáfano. «Nuestra intención ha sido crear muchos puntos de encuentro para que la familia pueda compartir su rutina en un mismo espacio, con todo abierto. Además, se mantiene la homogeneidad. También hemos jugado con la altura y la verticalidad», explica. La vivienda goza de gran luminosidad gracias a la madera pintada. «A nivel cromático, predomina la gama entre los blancos y grises, combinada con una imitación a madera oscura con pinceladas de un color caldera», apunta el director creativo.
Aunque hayan apostado por darle un toque rompedor, también se respetan las referencias rústicas de la estructura y mantienen el tono clásico de la madera en algunos espacios, como en el banco-librería del salón. Con la idea de mimetizar las partes más convencionales del ático y desdibujar algunos elementos, como las puertas, los diseñadores han utilizado el vinilo de un bosque en blanco y negro. Las imágenes situadas en las paredes del salón y la cocina aportan un toque entrañable. Están protagonizadas por los hijos de los propietarios, que posan sonrientes en plena naturaleza o rodeados de ovejas.
La sostenibilidad es uno de los ejes clave de la vivienda. Los emprendedores han incorporado un suelo radiante con aerotermia. «No había gas natural y tuvimos que buscar una alternativa. Pusimos un aparato del tamaño de una nevera en el baño para transformar la energía del viento. Además, propusimos un suelo radiante para no poner radiadores y así crear un espacio único».
Más allá del diseño, buscan la comodidad en cada una de sus reformas. Para crear un espacio cálido, han enmoquetado los suelos de las habitaciones y del salón. «Me gusta hablar de zonas duras y blandas con mis clientes. Cuantas más zonas blandas me permitan, mejor, porque queremos que se sientan cómodos y a gusto, con ese toque hogareño».
Entre las firmas del mobiliario, destaca la lámpara colgante de Zava, el aplique de pared de Martinelli Luce o las sillas y taburetes de Inclass. Los dormitorios infantiles, los sofás y las butacas del salón son de Ikea. «No nos gusta recurrir a piezas demasiado llamativas, lo importante es el conjunto general de la vivienda, que nada tenga especial protagonismo», apunta. Con todo ello, Olivier y su equipo han conseguido un resultado completo: aunar comodidad y diseño para que los propietarios disfruten de su vida en un refugio idílico.